Primer y segundo dia
¡Empezamos!
Elegí para el Programa becado por la Fundación para la Promoción del Deporte Ecuestre un grupo de 6 usuarios pertenecientes a Mater Misericordiae, entre la edad de 3-6 años y con TEA (Autismo), que no hubieran tenido contacto previo con estos animales y, a ser posible, que provinieran de familias con bajos recursos económicos. Así nace: » Crines Terapéuticas II «.
Creando el vínculo
Hubo muchos acercamientos intencionados, que con cariño y, poco a poco sin temor, acabaron por acariciar suavemente a su caballo.
A alguna se le tuvo que plantear como un juego, simulando que cabalgaba sobre las piernas… y sin darse cuenta, ya había tocado a Aridane por lo menos unas 10 veces, ¡y con una sonrisa en la cara!
Otro usuario, quien el primer día no quiso ni cruzar el umbral de la entrada de la pista, en la segunda toma de contacto, y en su posición de koala, lo vio todo de otra manera; primeramente «de reojo» y apoyando su espalda en el cuello de San, y seguidamente, acercando su mano para palparla.
Adecentando las crines de Aridane
Hubo quienes el primer día tocaron, cepillaron y en el segundo contacto se subieron para adecentar las crines de Aridane, las cuales iban cargadas de animalillos que producían sus sonidos correspondientes (y que provocaron alguna que otra sonrisilla).
Al igual que Sara, Aridane también llevó muuuuuchas pegatinas para facilitar esos acercamientos… además del cinchuelo como elemento de monta.
Colocando aros
En cambio Sara llevaba la montura con aro para los usuarios más expertos, quienes encestaron algunos aros mientras otro compañero les llevaba pie a tierra.
¿Y qué aprendieron? Que encima del caballo y recostados en él, la vida sabe un poquito mejor.
Pd: ¡Es una de las mejores experiencias de mi vida! La verdad es que me cuesta encontrar palabras para expresar lo vivido.
Tercer día
¡Cambios y más cambios!
3er día de programa y… ¡cómo cambiaron las cosas!
Hubo quienes, a su ritmo siguieron con los contactos pertinentes para incrementar el vínculo con el caballo, tocándoles y/o cepillándoles, aunque con mucha más confianza y soltura; de hecho, tanto Aridane como Sara, volvieron a llevar pegatinas de diferentes colores.
Encajando y enroscando…
Como P., que aunque siempre tuviera un «no» preparado para nuestras peticiones, se mostró completamente seguro cuando Sara empezó a caminar; incluso interaccionó con algunos de los juegos preparados estando montado.
A lomos de Aridane
También hubo un pequeño Minion (quien en su primer día, se tapaba la cara al mirar al caballo o lo miraba de reojo) que enseguida de subirse a los de Aridane y al empezar a andar, no paró de repetir la palabra «caballo».
Aros y puzzles
Los expertos siguieron demostrando sus dotes, manejando los aros…
Y realizando algún que otro puzzle que les hiciera pensar y comunicarse..
¡Seguimos acumulando momentos para nuestro tarrito de «Algo emocionante»!
La súper foto de grupo
La foto de grupo del Programa Crines Terapéuticas II (becado por la Fundación para la Promoción del Deporte Ecuestre), con los nenes, cuidadoras, su tutora y una servidora, merecía una publicación a parte.
Cuarto día
Lo que fue un día dulce, pero a la vez amargo. Dulce porque fuimos viendo en cada uno de ellos lo trabajado durante los días anteriores; pero amargo, porque sabíamos que este programa estaba llegando a su fin.
Disculpadme por la poca variedad de fotos sobre este día, pero debido al «no parar» y la implicación en la sesión, no pudimos estar atentos a la cámara (preferimos observarlo con nuestros propios ojos en lugar de a través de una pantalla).
Aunque dejadme que os cuente un poquito sobre las imágenes que vais a ver a continuación.
Teniendo en cuenta que son nenes entre 3 y 6 años, y que son abismalmente diferentes entre ellos respecto a su forma de ser, sus progresos también fueron diferentes y no se dieron de la misma forma ni con la misma intensidad.
Hubo quienes prefirieron seguir limpiando a los caballos, cepillándoles y acariciándoles, porque así se sentían seguros y a gusto estando cerca de ellos.
Hubo quienes prefirieron seguir limpiando a los caballos, cepillándoles y acariciándoles, porque así se sentían seguros y a gusto estando cerca de ellos.
Hubo quien realizó un pequeño recorrido de habilidad que, estando pie a tierra, guió a Aridane genial… superando miedos e inseguridades, y reforzándose muchísimo al acabar (y yo con él).
En cambio, hubo quien dio un giro de 180 grados entrando por la puerta de la pista muy decidido respecto a lo que iba a hacer. De hecho el pequeño Minion no quiso ni que lo aguantáramos cuando montaba solo, porque así es, por iniciativa propia quiso montar solito.
Incluso estando montado, utilizó una nueva forma de llevar los aros…
De la mano, volvimos al parking para irnos, y nos despedimos de toooodo el mundo.
A modo de recuerdo elaboramos unas tarjetas intentando representar un pedacito de lo que ha sido este programa.
Y colorín, colorado… este maravilloso programa, de momento, ha acabado. De momento…
Aquí os dejo el enlace para que os podáis descargar la revista que realicé sobre este programa:
A continuación podréis ver un video editado sobre este programa, presente en la plataforma de YouTube:
En la próxima página, tenéis a vuestra disposición la galería de fotos de este programa. Para que podáis verlas las veces que queráis.