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Del 12 al 16 de este mes de Junio, se realizó en la Hípica Palma Son Magraner un Programa ecuestre para la integración Socio-Laboral de jóvenes con discapacidad, donde emoticanimal colaboró con Fundación Mapfre y Fundación Caballo Amigo.

Podría describir esta semana con una palabra: EMOCIONANTE. Ha sido maravilloso ver la evolución o el desarrollo de todos y cada uno de los usuarios que participaron en este programa:
desde bajarse del autobús caminando a un ritmo pausado a venir corriendo hasta la zona de presentación; de no querer etiquetarse con su nombre (para facilitarnos la memorización de los nombres tanto al equipo de trabajo como al resto de alumnos, ya que venían de dos centros educativos diferentes) porque les parecía una «tontería» a, inmediatamente al día siguiente, moverse un paso hacia delante para ponérsela en la presentación cuando una de las monitores pronunciaba su nombre; de no querer cepillar al animal a «pelearse» con sus compañeros por hacerlo intentándole quitar alguno de los cepillos entre bromas y risas;  de no prestar atención o mostrarse indiferente a mostrarse interesado en lo que se le cuenta o pide además de llevarlo a cabo o, simplemente, ya conociendo el procedimiento, teniendo la iniciativa de realizar lo que venía a continuación.

¡Son tantos los aspectos positivos que podría destacar y que haya podido apreciar! En primer lugar, se respiraba un ambiente general de motivación: el estar con un caballo, tenerlo que cuidar para después montarlo ha logrado que se aprendieran los nombres de los cepillos, las partes del caballo, como también sus capas (el color del pelaje de éstos), los materiales que se utilizan durante la monta entre otros aspectos teóricos; y como aspectos procedimentales, a ensillar al caballo además de saber manejarlo pie a tierra como montado al aire del paso. Teniendo en cuenta los perfiles de los distintos usuarios, y como todo ser humano, unos presentaban más dificultades en unas tareas que en otras y otros, en cambio, presentaban otras dificultades y predisposiciones diferentes. Lo importante y sustancial es que al final, aunque les costara y fuese lo que fuese, acababan realizándolo, lo que les llevaba a sentirse útiles y realizados, afectando en consecuencia y directamente en su estado anímico (provocando sentimientos se seguridad y confianza, además de reforzar la autoestima) y generando aún más motivación.

A medida que íbamos avanzando en la semana, de cada vez más se podían observar mayores cambios en su comportamiento; igualmente interés y la curiosidad por aprender iban en aumento al querer saber el mayor número posible de conocimientos respecto al mundo del caballo además de los diferentes procedimientos prácticos que se realizan.

Durante el taller de cuidado del caballo se ha trabajado la higiene del animal, donde un profesional del equipo les ha enseñado tanto el procedimiento como la nomenclatura de los diferentes cepillos que se utilizan durante la higiene, además de establecer un orden en el uso de éstos. Algunos de los usuarios, se han entretenido haciendo de «peluqueros» dándole un look diferente al animal. A medida que iba avanzando la semana, en este taller también se repasaban conceptos del taller de guadarnés a modo de repasar todos los conocimientos, tanto teóricos como prácticos respecto al cuidado del caballo y del instrumental que se utiliza para la monta.

En el taller del guadarnés, se les enseñaron las diferentes capas de los animales, los materiales de monta tanto del caballo como del jinete, las partes del caballo, etc., como parte teórica; y, por otro lado, como parte práctica, poner la cabezada de cuadra y quitársela al caballo, ensillarle y enseñarles como se ata al animal (el procedimiento del nudo). Para entender lo que es ensillar, se les ha enseñado a poner la montura, junto a sudadero y el salvadorsos; además de quitar la cabezada de trabajo cuando ésta esté puesta. A la hora de realizar el cambio de la cabezada de cuadra a la de trabajo, han presentado más dificultades para hacerlo, ya que es el paso más complicado; sólo los más expertos lo han conseguido. En este taller, a pesar de contener el mayor contenido teórico en comparación del resto de talleres, los beneficiarios se han mostrado interesados haciendo preguntas que les ocasionaban curiosidad.

En el taller de monta, el procedimiento ha sido el siguiente: se presentaban dos de los cuatro grupos en la pista, uno de ellos ejercerán de «guías» manejando el caballo pie a tierra, y los del grupo se dejan llevar mientras montan. Por lo tanto, con los cuatro caballos que se utilizan (todos preparados para la ocasión), en cada uno de ellos hay un usuario que lo maneja pie a tierra y otro montado. Es decir, se juntaban los talleres de manejo pie a tierra y equitación en la pista, siendo un total de 8 usuarios interactuando entre ellos. Inicialmente, los usuarios que van pie a tierra guían a su compañero «montado», pero ya al tercer día, muchos de ellos demandan manejar al animal, así que se les enseña cómo coger las riendas y a direccionarlos mientras que el compañero que va a su lado le acompaña caminando simplemente. El estar montando a un caballo refuerza aspectos de la personalidad como la autoestima, a la vez que nos ayuda a vencer miedos e inseguridades, trabajando la seguridad en uno mismo. El último día, durante el taller de monta, el lugar de realizarlo en la pista, se realiza fuera de ésta dando un paseo por las instalaciones del centro, algo que les agradó muchísimo, que rompió la rutina y que nos permitió «despedirnos» de una manera diferente; aunque se cambie la zona de trabajo (de la pista a fuera de ella) se siguen trabajando los mismos aspectos y se aprovecha para reforzar la monta de la persona.

Todos estos conocimientos son correspondientes al galope 1 y 2, los cuales evalúan el nivel nivel del jinete tanto a nivel teórico como práctico de éstos. Esta evaluación se realiza en el último día de programa por ellos mismos.

A todo esto, informaros que en la dinámica de trabajo del programa, los grupos iban rotando para hacer los diferentes talleres separados por un descanso donde se les daba un tiempo para ellos, para reponer fuerzas, descansar del sol y comer algo; aunque algunos preferían seguir al lado del caballo mientras merendaban algo.

Además de ver la evolución de la ampliación de conocimientos también se pudo apreciar la de las habilidades procedimentales realizando todos y cada uno de los procesos tanto en la higiene como a la hora de ensillar al caballo. Al principio dudaban, pero a medida que avanzaba la semana, las dudas se disipaban y se habría camino la iniciativa y la sabiduría. Por tanto, además de aprenderse las partes de un caballo y sus capas, se les ha trabajado para que sean capaces de limpiar y ensillar a un caballo, con la mayor autonomía posible.

Ha sido maravilloso ver cómo entre ellos se ayudaban a realizar las diferentes tareas, o incluso preocupándose por los demás, como cuando se daban cuenta de que su compañero necesitaba más ayuda y, por ello, actuar de una forma diferente siendo más cuidadoso y sensible; utilizando la empatía.

Al trabajar el cuidado y el respeto por los animales, se crea un vínculo afectivo con ellos ante el contacto entre ambos, como puede ser al acariciarle o cepillarle, montándole, dándole algún premio, etc. Este vínculo facilita el desbloqueo emocional provocando sentimientos de afectividad en forma de muestras de cariño hacia estos animales, las cuales son extrapolables a su día a día. Las tareas de higiene y de ensillar al animal son igualmente extrapolables, ya que son análogas a la higiene y vestimenta propia.

Durante todo el tiempo que estuvieron en el centro ecuestre reforzaron aspectos como la interacción grupal y la comunicación relacionándose entre ellos, además de trabajar su lenguaje y aumentar su vocabulario. Por otro lado, se pudieron apreciar en los comportamientos una evolución positiva manteniendo su motivación por las tareas que se les proponían. Y sin esperarlo, además de desarrollar un vínculo afectivo con los animales, se establecieron relaciones de amistad entre ambos colegios, además de reforzar las presentes.

Me encantó saber (por parte de sus tutoras) que, en años, había sido la primera vez que todos habían sido puntuales con la hora del autobús para salir hacia el Hípica Palma Son Magraner. Además se les dieron unas fichas sobre distintos conocimientos del mundo del caballo (la mayoría aprendidos durante el taller de cuidados del caballo y del guadarnés) y, nos han contado, que éstas han sido utilizadas en todos los viajes de bus, tanto a la ida como a la vuelta, preguntándose entre ellos los diferentes conocimientos del mundo del caballo. También ha sido motivador que nos digan que han aprendido más durante esta semana con nosotros que con ellos en un año de curso; y como profesional me enorgullece «despertar» ese interés por aprender. Otro aspecto que me gustaría dar a conocer es que, al final, no fueron sólo 16 usuarios los afortunados de realizar este programa, si no que fueron 17 (petición que fue aceptada antes de empezar con la semana del programa).

Me gustaría destacar que durante la semana del programa tuvimos la suerte de recibir a Mercedes Horwitz, la fundadora de Fundación Caballo Amigo y la principal responsable de la formación de terapeutas en el ámbito de la terapia asistida con caballos («donde nací yo»), además del entrenamiento de jinetes en el nivel Paraecuestre (destacando sólo algunas de sus competencias). Fue un privilegio para mi y para todos, usuarios y demás miembros del equipo, el hecho de tenerla presente, ya que es una gran conocedora del mundo del caballo y del campo de la discapacidad.

Ha sido enriquecedor para todos, tanto para los beneficiarios como para el equipo de trabajo. Para ellos, porque se han podido apreciar observándoles valores tan importantes como son la constancia, la superación, el tesón, la tolerancia, la cooperación, el esfuerzo, la paciencia, el trabajo en equipo… además de la clara implicación de los chic@s. Y para el equipo de trabajo, porque ha sido una experiencia única que además de hacerlos sentir bien (por darnos a los demás y dar a conocer algo que nos apasiona, como es el mundo del caballo), nos ha curtido un poco más.

Yo lo he dicho siempre, que lo que transmiten los caballos es pura medicina, rehabilitadora de nuestro ser tanto física como mentalmente. Yo siempre lo he llamado «mi templo de la paz», un lugar donde sentir y pertenecer.

Agradecimientos:

¡Gracias, gracias, gracias! Primero de todo a Fundación Mapfre y a Fundación Caballo Amigo, en especial a Mercedes Horwitz, por confiar y permitirme coordinar un proyecto de este calibre en Mallorca (en nuestra roqueta) y a continuación, a Son Magraner por ofrecernos un club con unas infraestructuras maravillosas y unos caballos de escuela, los cuales son todos unos «terapeutas». Y, por último, y tan vitales, al equipo que me ha acompañado en este precioso programa: a María Roselló, Juan Serra, Marina Pérez. Gracias de verdad.

¡Los sueños sí se cumplen!

2 comentarios en “Programa con mucho amor, cariño y dedicación

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