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Sabemos que es malo no dormir lo suficiente, pero ¿sabemos realmente lo dañino que es? A continuación se darán a conocer todos los terribles efectos secundarios que se pueden dar, como la ira, la ansiedad y tomar riesgos innecesarios; que pueden venir de dormir muy poco todas las noches.

Utilizando la información de la revista de Neurociencias, se constató la importancia de conseguir dormir las horas de sueño necesarias. Los efectos secundarios negativos son la pérdida o falsos recuerdos, deterioro del ingenio, e incluso alucinaciones si la cosa se pone muy mal. Así que antes de considerar quedarse despierto hasta tarde para hacer un poco de trabajo, hay que preocuparse del sueño adecuado.

Recuerdos perdidos

El hipocampo, una estructura en forma de luna en el lóbulo temporal, exhibe un patrón distinto de actividad neural cuando la mente despierta codifica (aprende) nueva información. Los científicos creen que nuestro cerebro más tarde «reproduce» el mismo patrón de actividad mientras estamos durmiendo para ayudar a que la información se cristalice (se guarde). Perder sueño significa perder los recuerdos a largo plazo.

Falsos recuerdos

El cerebro hambriento de sueño, en primer lugar, puede no codificar los recuerdos con éxito gracias a la función alterada en el hipocampo, así como la corteza prefrontal y las regiones del lóbulo parietal. Un estudio averiguó que somos más propensos a incorporar información errónea en el recuerdo de acontecimientos observados después de una noche sin sueño.

Ira / Enfado

La pérdida de sueño nos lleva a centrarnos en las experiencias negativas, malinterpretar expresiones faciales y buscar conflicto. La volatilidad emocional puede ser en parte un producto de la comunicación interrumpidas entre las regiones del cerebro. La resonancia magnética de un cerebro en reposo muestra la conectividad entre la amígdala, una estructura del sistema límbico crítica en el procesamiento emocional; y la corteza prefrontal media, que ayuda a regular los sentimientos (p.ej. «nos dice que nos enfriemos»). La privación del sueño corta esta conexión, permitiendo que la amígdala (y tu estado de ánimo) actúen a «su antojo».

Reducción del volumen cerebral

Los adultos sanos que tienen un sueño pobre pierden el volumen en los lóbulos frontales, temporales y parentales; un estudio lo demuestra. Los investigadores todavía no entienden si la pérdida de sueño causa la reducción o viceversa.

Habla «arrastrada» (mal articulada)

El lóbulo temporal, la región del cerebro asociada con el procesamiento del lenguaje, está altamente activa en personas bien descansadas, pero en cambio, inactivas en sus equivalentes agotados (desafiados por la enunciación de las palabras).

Deterioro del ingenio

Cuando escatimamos en el sueño, puede que los comentarios ingeniosos no fluyan tan fácilmente. La pérdida del sueño afecta a los procesos cognitivos como el pensamiento divergente, que nos ayuda a cambiar de tema ágilmente durante la conversación. Los científicos encontraron que la actividad en el circunvolución (giro) frontal inferior aumenta cuando las personas con carencias de sueño intentaron enumerar los usos de diferentes objetos, lo que sugiere que el cerebro se basa en el pensamiento divergente para compensar el funcionamiento cognitivo forzado.

«Sin control»

La pérdida de sueño se corresponde con la disminución de la actividad en el lóbulo frontal, que controla la toma de decisiones, y mayor actividad en la amígdala, una parte clave en la detección del miedo. Juntos, estos cambios neurales crean un mecanismo en el cerebro que entorpece el juicio e impulsa el deseo.

Alucinaciones

El cerebro bien descansado filtra los estímulos (ruido, luz, olor, etc.) para separar lo que importa de lo que no, y así evitar la sobrecarga sensorial. Cuando el cerebro no puede filtrar la información que entra, resulta un caos. No dormir las horas necesarias puede originar que las personas comiencen a anticipar cosas que no se han dado o no se encuentran presentes, incluidos objetos.

Decisiones arriesgadas

Cuando las personas con carencias de sueño se preparan para tomar decisiones económicas, el centro de recompensa del cerebro en la corteza prefrontal se activa, sugiriendo que esperan ganar (p.ej. hacer dinero). Pero cuando las opciones arriesgadas no se materializan (desmarcan), la actividad cerebral de la gente disminuye en la región relacionada con el castigo y la aversión (la ínsula anterior), lo que sugiere que no se preocupan tanto por peder dinero como sí lo harían en una noche de buen descanso.

Con la cabeza en las nubes

Todos dejamos de pensar o nos centramos en nuestras cosas de vez en cuando (evadiéndonos de la realidad), pero la actividad cerebral relacionada con los lapsos (intervalos) de atención cambia cuando la gente sacrifica su sueño. Después de una noche de poco descanso, estos lapsos corresponden a la función alterada del tálamo y a las redes frontales y parietales menos activas, lo que básicamente significa que desconectamos cuando estamos aburridos. Cuando la gente se priva de sueño también muestran una deficiencia o deterioro en el procesamiento sensorial visual, lo que sugiere otra forma para desconectar del mundo.

Daño cerebral

El hecho de transnochar todas las noches se puede añadir a la lista de cosas que matan a las células del cerebro -en este caso, en el tronco cerebral. El daño puede ser irreparable, por lo que «ponerse al día con el sueño perdido» es una mala excusa para dormitar hasta el mediodía en los fines de semana. La clave está en el hábito de un sueño regular.

 

Fuentes: Research from The Journal of Neuroscience, International Scholarly research Notes, Experimental Brain Research, Psychological Bulletin, UC Berkeley Walker Sleep Lab, PNAS, International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health, The Centers of Disease and Prevention.

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