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La equitación tiene múltiples beneficios para el ser humano, pero focalizándonos en lo que es la base del tratamiento de la Terapia asistida con caballos (TAC), el simple movimiento del animal, ya por sí solo, es beneficioso , ya que proporciona mejoras en diferentes afectaciones, leves y/o graves físicos y psicológicos. De hecho, el objetivo de la Hipoterapia (una de las diferentes terapias dentro de la Terapia asistida con caballos) al ir dirigida a las afectaciones más graves, se basa en el movimiento del animal el cual es análogo a la marcha humana , concretamente a ir caminando sentado , y es beneficioso por esto último y por otros aspectos como se explicará más adelante.

¿Qué se pretende?

A continuación se irá explicando qué es lo que sucede cuando montamos a caballo, lo que se transmite y podemos llegar a sentir, además de una explicación más técnica para verificar que es una terapia eficaz aunque sea una terapia complementaria  a los tratamientos tradicionales (dirigidos por los profesionales especializados) correspondientes a cada caso.

Cuando vamos a lomos de un caballo, el jinete mejora su equilibrio vertical y horizontal , regula el tono muscular y adquiere mejor coordinación motriz fina y gruesa , experimenta la disociación de la cintura pélvica y la cintura escapular , indispensable para la marcha sana en bipedestación .

Montar a caballo a horcajadas equivale a caminar sentado.

La simple monta a caballo es una terapia pasiva, en el caso que queramos obtener un alto grado de rehabilitación se requieren ejercicios que el jinete efectúa durante la monta, estímulos externos y estímulos complementarios. Por ejemplo, teniendo en cuenta el perfil del usuario, se podrán realizar algunos ejercicios físicos encima del caballo, moviendo brazos o piernas, que además de permitirnos trabajar la elasticidad, flexibilidad, coordinación, equilibrio , etc., nos ayudarán a trabajar otros aspectos, en este caso psicológicos, como pueden ser el miedo y la frustración , al ser algo que se trabaja cada vez y que con empeño y constancia a través del trabajo, se acaba consiguiendo. Esto último no solo se refiere simplemente a los ejercicios gimnásticos que puede hacer el usuario como calentamiento en la terapia si no también en el trabajo de las diferentes actividades que se le plantean y que tienen como objetivo trabajar los déficits de las personas.

El paso del caballo, la posición sobre éste, el equipo ecuestre, etc., son factores que influyen y determinan la eficiencia de las terapias , siendo ésta una terapia activa. Por ejemplo, no es lo mismo montar con el instrumental que se suele utilizar en hipoterapia, el cual se denomina cinchuelo y va encima de una mantilla posicionada directamente en el dorso del caballo, que montar con montura. Montar con montura hace que los impulsos y el calor transmitidos por el dorso del caballo no se transmitan con tanta facilidad, pero permite mejorar aspectos como el equilibrio y posicionar al usuario más fácilmente al ir encajado en una superficie limitada por el borrén trasero, lo que es el asiento de la montura (elementos como los estribos dan a los usuarios mayor base de sustentación y, por tanto, mayor equilibrio). En cambio, aunque la monta con cinchuelo facilite la transmisión del movimiento tridimensional, los impulsos y el calor del animal, el usuario se encuentra más «libre» (algo que se prevé y por ello se encuentra siempre sujeto por una persona que camina pie a tierra) aunque esto es lo que por otro lado beneficia positivamente al usuario y facilita la distensión y relajación de los músculos.

¿Qué se consigue?

El movimiento transmitido al jinete por el contacto de su cuerpo con el animal genera movimientos complejos de rotación y translación . En consecuencia, las informaciones propioceptivas activadas en el cuerpo  del jinete son interpretadas por sus órganos sensoriales de equilibrio y postura como situaciones momentáneas que exigen nuevos ajustes posturales para que logre mantener su posición sobre el caballo.

La transmisión de un patrón de locomoción tridimensional  equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana, permite trabajar con personas que carecen de la facultad de caminar  y podrán desarrollar la coordinación y la estabilización del tronco y de la cabeza. Este principio depende en sumo grado del movimiento correcto del caballo, el cual tiene que ser un paso rítmico y regular,  además de un adecuado trabajo muscular del lomo.

Los impulsos rítmicos del lomo  del caballo al montarlo se transmiten al cinturón pélvico , a la columna vertebral y  a los miembros inferiores del jinete. Al caminar al paso se transmiten de 90 a 110 impulsos por minuto a la pelvis  del jinete; éstos a su vez aumentan en cantidad e intensidad si el caballo camina al trote (un aire de movimiento superior al del paso, por último está el galope).

Los impulsos los provocan los músculos lumbares y centrales del caballo , que se contraen y distienden alternativamente de forma rítmica y regular en el paso y el trote. El movimiento hacia adelante fuerza al cinturón pélvico del jinete a adaptarse al movimiento basculante , los impulsos fisiológicos se propagan hacia arriba por medio de la columna vertebral hasta la cabeza, provocando reacciones de equilibrio y enderezamiento del tronco  (lo que le permite al sujeto mantenerse recto encima del caballo, y lo facilita en aquellos casos graves en los que se presenta poco control del tronco y la parte cervical).

A modo de conclusión

El propósito de la terapia consiste en proporcionar estímulos fisiológicos para regular el tono muscular y desarrollar el movimiento coordinado . En aquellos casos donde el sujeto presente espasticidad, el movimiento del animal junto a los impulsos provocados por éste desde el lomo del animal, le ayudará a distender los músculos y a relajar su tono; por el contrario, en los casos donde los sujetos presenten hipotonía, el movimiento (además del calor desprendido por el dorso) les beneficiará aumentando el tono y ayudando a fortalecer y a trabajar los músculos, no sólo en las extremidades inferiores si no también en el tronco.

La transmisión de estos impulsos fisiológicos rítmicos y regulares forman la base de la Equinoterapia, lo que la convierte en una terapia con amplios efectos sobre la neuromotricidad (Strauss, 1993). A esto, se puede añadir que en esto se basa la Hipoterapiaen lo que supone como beneficio el movimiento en sí del caballo, junto al patrón tridimensional y al calor que que desprende su dorso, y es por ello, que simplemente el movimiento de este animal es beneficiosoya no solo en diferentes patologías si no también contra el estrés al que se enfrenta una persona diariamenteasí rompe la rutina de una manera diferente.

Es decir, los principios terapéuticos en los que se basa la equinoterapia  son: la transmisión del calor corporal  del caballo, de los impulsos rítmicos  y del patrón de locomoción tridimensional equivalente al de la marcha humana . Asimismo se pueden realizar muchos otros ejercicios que obtienen excelentes resultados en cuanto a la relajación, elasticidad, estimulación sensorial y aumento de la estimulación del sistema circulatorio y neuromotor . Del mismo modo, el contacto y el calor  del caballo tienen gran importancia terapéutica en el área psicopatológica . 

Se producen sentimientos se seguridad, amor y protección para poder reconstruir la autoconfianza y aceptación de uno mismo y así abrirse al mundo.

En este tema, y teniendo en cuenta los principios terapéuticos  que nos proporciona el caballo, el perro , por el contrario, no puede proporcionarlos de la misma forma ni con la misma intensidad; y es algo natural del movimiento de un equino.

Este articulo se encuentra basado en información del posgrado que realicé en la Universidad Complutense de Madrid, “Experto con Equitación Terapéutica”, en la Fundación Caballo Amigo